Rosario Porto, la madre de Asunta, presentaba "riesgo propio" pero no "peligro para terceros", según testificó ayer ante el juez Vázquez Taín una psiquiatra que la trató, según explicó el abogado defensor de Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, tras asistir en Santiago a la declaración como testigo de la doctora a petición del fiscal del caso.

En las declaraciones realizadas por la tarde en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela, compareció, además, el médico que recetó al padre de la menor, Alfonso Basterra, Orfidal. La misma medicación con la que fue sedada la menor tanto el día de su muerte como en fechas anteriores, y que también tomaba su exmujer para tratar sus problemas de ansiedad.

La psiquiatra se acogió a su derecho "al secreto" profesional y rechazó "hacer especulaciones ajenas a lo que fue el tratamiento" que realizó a Rosario Porto "hace tres años", aunque incidió en que no escuchó directamente a su paciente decir que le sobraba su hija durante el tratamiento, según explicó su abogado al concluir las declaraciones.

Aranguren ha contrapuesto esta actitud objetiva a la mantenida por el doctor Narciso Carrero, que también atendió a Porto en 2009 y a quien el Colegio Médico de A Coruña acordó abrir un expediente disciplinario por hacer públicos en diferentes medios de comunicación datos clínicos de Rosario y valoraciones aunque solo mantuvo con ella una consulta de dos horas.