Una pareja que paseaba con su perro por la playa de A Illa en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) se topó ayer por la mañana con un hallazgo macabro. Sobre la arena y entre dos rocas se encontraron un cadáver. El cuerpo estaba envuelto en un saco de plástico y atado por los tobillos y las rodillas con cuerda, lo que confirmaría una muerte violenta. Una de las primeras hipótesis, aunque no la única, apunta a un ajuste de cuentas y se sospecha que la víctima fue fondeada en la ría de Arousa con un gran peso en los pies para hundirlo en el fondo. El temporal de los últimos días habría hecho flotar el cadáver y el viento del sur lo acercó a la costa.

Poco antes de las once y media de la mañana la alerta saltaba en el 112. La pareja de paseantes de A Illa, una playa con bandera azul muy visitada en verano, daba cuenta de su hallazgo y hasta el arenal se desplazaron efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil.

Los agentes acordonaron la zona hasta la que se trasladó la juez de guardia y una forense. Ante el avanzado estado de descomposición que presentaba el cadáver se optó por no abrir la bolsa y trasladarlo directamente al Instituto de Medicina Legal (Imelga) de Santiago, donde se practicará la autopsia. El objetivo era evitar dañar el cuerpo y contaminar posibles pruebas, por lo que de momento no ha sido posible confirmar la identidad del fallecido, si bien todo apunta a que se trata de un varón. La comisión judicial procedió a la una de la tarde al levantamiento del cadáver, para su traslado al Instituto Anatómico Forense.

A la espera de las pruebas forenses, cuyas conclusiones tardarán ya que la autopsia tardará algunos días en practicarse, se desconoce cuánto tiempo llevaba el cadáver en el agua. En principio las fuerzas de seguridad no tienen constancia de ninguna denuncia por desaparición en la costa coruñesa ni en la pontevedresa que se ajuste al perfil de la víctima, por lo que la búsqueda se ampliará a los desaparecidos de toda España. No se descarta que, de tratarse de un narcotraficante, no sea gallego o bien su familia todavía no haya denunciado su ausencia. El único de los grandes narcos cuya desaparición se ha denunciado es José Antonio Pouso, Pelopincho, acusado blanquear 15 millones de euros cuya pista se pierde en noviembre de 2011. También desapareció hace unos meses el boirense Fernández Tubío, principal testigo contra la organización arousana del Pastelero, si bien en este caso parece que logró dinero para fugarse de España.

El patrón mayor de A Pobra, Manuel Maneiro, precisa que el mar de fondo y el viento sur de estos días podría haber sacado a flote el cuerpo. "Quizá esa bolsa que lo cubría fue lo que lo hizo flotar", indica. No se aventura a determinar la procedencia del cadáver, pero cree que pudo arrojarse dentro de la ría. "A lo mejor vino de muy cerca. El viento del sur desplaza lo que encuentra a zonas de remanso, como es la playa de A Illa", concluye.

El suceso causó sorpresa y consternación en uno de los municipios más tranquilos de Galicia y dada la gravedad del caso el alcalde, Isaac Maceiras, se desplazó a la playa nada más tener información de los hechos.