Los medicamentos expedidos por las farmacias de las provincias de A Coruña y Pontevedra a los padres de la pequeña Asunta Basterra Porto, cuyo cuerpo fue hallado en una pista forestal de Teo en la madrugada del pasado 22 de septiembre, centran ahora las diligencias judiciales a la espera del volcado de datos del ordenador y del segundo teléfono móvil de Alfonso Basterra que aparecieron en el tercer registro de su domicilio, posiblemente porque un colaborador los colocó a la vista.

El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, ha remitido un oficio a los colegios farmacéuticos de las provincias de A Coruña y Pontevedra para que en el plazo de diez días remitan un listado completo de los medicamentos suministrados a nombre de Rosario Porto y Alfonso Basterra entre el pasado 1 de julio y el 21 de septiembre, fecha del crimen. Los padres de Asunta están en prisión provisional imputados por el asesinato de su hija y el magistrado sospecha que ambos planearon la muerte de la niña, cree que su padre la sedó el día de su muerte -como habría ocurrido durante al menos tes meses antes, según el análisis del pelo de la pequeña- para facilitar que su madre la asfixiara con sus propias manos.

Los análisis toxicológicos demuestran que Asunta tenía en sangre una cantidad tóxica de lorazepán -comercializado como Orfidal- de 0,68 miligramos por litro. La ingesta de este medicamento se produjo pocas horas antes de su muerte, fijada sobre las 7 de la tarde, ya que todavía había restos del medicamento en su estómago, según la autopsia preliminar.

Los colegios profesionales notificaron por vía telemática el requerimiento del juez Vázquez Taín a todas las farmacias de las provincias de A Coruña y Pontevedra. En concreto deben informar de todos los medicamentos dispensados mediante receta electrónica del Sergas o privada de otros médicos a nombre de Rosario Porto Ortega y Alfonso Basterra Chamorro, para lo que se aporta también el DNI de cada uno.

La investigación judicial ya detectó en algunas farmacias de Santiago próximas al domicilio de Alfonso Basterra que éste había adquirido diversas cajas de Orfidal, un medicamento que tenía recetado Rosario Porto e incluso él mismo, aunque en principio lo habría negado hasta que testificó el médico que se lo recetó.

El juez Vázquez Taín intenta rastrear el acopio de lorazepán y ansiolíticos que pudieron realizar los padres de Asunta tanto en farmacias de la provincia de A Coruña, especialmente en Santiago donde los dos imputados por el asesinato residen, como en la zona de O Salnés. Rosario Porto tiene un piso de verano en Vilanova de Arousa, localidad donde Asunta pasó casi todo el mes de julio acompañada por su madrina.

El listado de medicamentos solicitado a las farmacias se refiere a los tres últimos meses de la niña, un periodo de tiempo en el que los investigadores sospechan que planearon e incluso ensayaron matar a la pequeña. Asunta sufrió al menos tres episodios de graves picos de sedación. El primero en julio, cuando según sus profesoras de música llegó a clase balbuceante, y otros dos que le impidieron acudir a clase de ballet y al instituto. Sus padres argumentaron que era por un medicamento contra la alergia, pero su pediatra negó que la niña sufriera este tipo de enfermedad.