Un vecino de Malpica, de iniciales J.B.M.V., de 43 años, ingresó ayer en prisión provisional tras intentar matar a su mujer prendiendo fuego a la vivienda mientras ella dormía, en la madrugada del pasado sábado. La juez de Carballo le imputa un delito de incendio y otro de violencia contra la mujer. El hombre no tenía antecedentes por violencia ni existían denuncias, según confirmó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La vivienda resultó totalmente calcinada y ha quedado inhabitable.

En la madrugada del viernes al sábado, alrededor de la 01.30 horas, se produjo una fuerte discusión entre el detenido y su pareja y el hombre amenazó con prender fuego a la casa, motivo por el cual el hijo alertó a la Guardia Civil.

Minutos más tarde la casa ardía y los bomberos de Carballo consiguieron apagar el fuego hacia las 4.00 horas de la madrugada, tras registrarse cuantiosos daños en la vivienda.

Una vez provocado el fuego, el hombre se arrepintió y alertó a su pareja además de intentar sofocar el mismo el fuego. La mujer abandonó la casa por su propio pie, mientras que el hombre quedó semiinconsciente y fue rescatado por un vecino y un agente de la Guardia Civil.

El presunto autor de los hechos fue evacuado por intoxicación, al haber inhalado monóxido de carbono, al Punto de Atención Continuada (PAC) de Carballo y luego trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Tras reponerse, fue trasladado ya por agentes del Instituto Armado a los calabozos y luego ya pasó a disposición judicial.

Una vez que declaró en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Carballo, se decretó ya ayer la prisión provisional comunicada sin fianza.

El incendio se produjo en el barrio de Malpica conocido por la Atalaia, un cúmulo de viviendas abigarradas construidas sobre una pequeña montaña al borde del puerto con calles muy estrechas y de difícil acceso para unos equipos de bomberos. Acudieron dos dotaciones de bomberos de Carballo, una de Emergencias de Ponteceso y voluntarios de Protección Civil de Malpica. Los equipos tuvieron que subir las mangueras desde la lonja del puerto hasta lo alto del acantilado donde está el barrio.