Una agresión brutal, "con ensañamiento", y con el robo como posible móvil causó la muerte a Secundino Prego Amil, un conocido vecino de Poio de 84 años. La llamada de dos mujeres que estaban en la vivienda del fallecido, encerradas en una habitación para protegerse de los ladrones, alertó de lo ocurrido sin que ya nada pudiese hacerse por la vida de este hombre, que se habría encontrado a sus asesinos cuando estos se iban y él llegaba al domicilio. La Guardia Civil busca ahora a dos hombres que, encapuchados, huyeron en un coche de color blanco en dirección a Sanxenxo.

El suceso ocurrió pasada la medianoche del domingo al lunes. Según fuentes próximas a la investigación, la víctima apareció tendida en el camino que da acceso a su casa, en el número 96 de la avenida de Chancelas. Su rostro presentaba numerosos cortes y las heridas eran profundas. "Se ensañaron bastante, al parecer utilizaron un martillo o un bastón y le golpearon hasta romperle el cráneo", apuntan. Una paliza que se habría producido justo después de "una fuerte discusión", según relataron las dos mujeres. El interior de la casa apareció revuelto, aunque se desconoce por ahora si los ladrones se llevaron algo. El octogenario, que enviudó hace años cuando su mujer resultó atropellada a las puertas de este mismo domicilio, vivía solo pero, al parecer y según puntualizaron algunos vecinos, la vivienda tenía en ocasiones algún morador más.

Sería el caso de ayer, ya que desde la investigación se concretó en que dos mujeres estaban en el interior de esta casa cuando se produjo el suceso. Según explicaron estas fuentes, los ladrones habrían tratado de acceder a esa estancia, pero finalmente desistieron. Entre las pruebas que el cuerpo de la Policía Judicial adscrito a la Guardia Civil reunió ayer se encuentran unos cristales rotos en la cocina.

Los agentes seguían a primera hora de la tarde de ayer recabando indicios, tanto en esa edificación como en el galpón existente en el inicio del camino, donde se produjo el fatal encuentro entre víctima y agresores y donde fue hallado el cuerpo sin vida de Secundino. Los vecinos expresaron que no advirtieron "nada raro" y que únicamente fueron conscientes de lo que había sucedido "en torno a las tres o cuatro de la mañana", ante la gran presencia de coches policiales. Fue también entonces cuando se procedió al levantamiento del cadáver para su traslado hasta la delegación territorial del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) para practicarle la autopsia.

Hace poco más de dos meses, la víctima había sufrido otros violento asalto que terminó con dos de los tres detenidos en prisión. En aquella ocasión sufrió lesiones al ser golpeado con una silla en la cabeza, así como múltiples traumatismos.