Laureano Oubiña Piñeiro ya está de nuevo en la cárcel. El narcotraficante arousano se presentó sobre las seis de la tarde de ayer en el penal madrileño de Alcalá Meco, e ingresó para cumplir una condena de cuatro años y siete meses y medio de prisión por blanqueo de capitales procedente del narcotráfico.

Laureano Oubiña acudió a la cárcel madrileña apenas unas horas después de que la Audiencia Nacional publicase un auto en el que ordenaba "su ingreso inmediato en prisión", tras rechazar la petición de suspensión de condena por enfermedad ya que las pruebas médicas descartan que padezca una enfermedad incurable.

De todos modos, Laureano Oubiña todavía puede presentar varios recursos, incluido el de súplica ante la propia sala en el plazo de tres días.

El capo arousano, que el próximo mes cumplirá 68 años, salió en libertad el 17 de julio de 2012, tras pasar más de una década prácticamente ininterrumpida en la cárcel por tres alijos de hachís que le salieron mal. Al poco de licenciarse fue juzgado por dos causas antiguas de blanqueo de capitales. De una de ellas salió absuelto, al anularse las escuchas judiciales que había autorizado en su día el magistrado Baltasar Garzón, pero en la otra no tuvo tanta suerte. El fiscal le acusaba de haber blanqueado dinero del narcotráfico con la construcción de su mansión de A Laxe (Vilagarcía), y la Audiencia Nacional le condenó a casi cinco años de cárcel y al pago de 2,2 millones de euros de multa. Oubiña lo intentó en el Tribunal Supremo, presentando un recurso de casación, pero desestimaron su petición.

Así las cosas, el arousano volvió a intentarlo mediante una solicitud de suspensión de la ejecución de la condena, que entregó el 10 de octubre de 2013.

El abogado de Oubiña, el aragonés Enrique Trebolle aludía al artículo 80.4 del Código Penal, según el cual podría eludir el ingreso en prisión por motivos médicos, y avaló su reclamación con informes médicos del Servicio Galego de Saúde (Sergas) y del Hospital do Salnés, en los que se decía que estaba a la espera de que se le practicase una resonancia magnética.

El 18 de octubre la sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional dio traslado de la petición al médico forense, quien consideró "de interés" el resultado de dicha resonancia.

El Sergas remitió el 10 de enero pasado el resultado de la resonancia a la Audiencia Nacional, y la prueba se reenvió al forense, que el martes pasado concluyó que Oubiña padece vértigos y problemas auditivos de origen nervioso, al tiempo que añade que "no se han encontrado alteraciones en las pruebas radiológicas practicadas".

Añadía asimismo que "no existe inconveniente, desde el punto de vista médico, para que el penado siga el tratamiento de esta patología en un centro penitenciario". Dicho informe se le remitió al fiscal, que interesó el ingreso en prisión de Oubiña.