"La contraté porque quería agredirla sexualmente". Esta es la explicación que dio ayer al tribunal de la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo el exmilitar Bruno Mouriño Pena, de 29 años, que se enfrenta a 14 años de prisión por detención ilegal y agresión sexual a la joven que contrató como limpiadora de su piso en diciembre de 2012.

En su declaración reconoció que la atacó por la espalda, cerró la puerta de la vivienda con llave, la golpeó, la amenazó y la ató de manos y pies amordazándola con unos calcetines y cinta aislante. Tras varias violaciones se fue a la cocina y cenó un plato de espaguetis y se fumó un porro. El novio de la víctima puso fin a varias horas de calvario. Sabía donde estaba, era su segundo día de trabajo, y preocupado por su tardanza y porque no cogía el móvil casi tira la puerta del piso a patadas. Al final logró rescatarla en presencia de varios vecinos.