En su escrito de acusación, el fiscal afirma que Dorado se dedicó al tráfico de drogas desde la década de los 90, y que una de las pruebas de ello es que en sus astilleros se construyeron embarcaciones preparadas para desarrollar grandes velocidades. Un argumento que según el abogado Manuel Tuero se cae por su propio peso. "Sostener la acusación de narcotráfico solo porque fabricó unos barcos es una barbaridad. Eso sería como procesar a la BMW o a la Mercedes porque vendieron un coche a un señor que después le hizo un doble fondo en alguna parte para esconder droga".

Hace casi un año, Dorado volvió a la actualidad por unas fotografías suyas con el ahora presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que entonces era un alto cargo en la Consellería de Sanidade. El letrado Manuel Tuero opina que el revuelo que se generó por esas imágenes ha perjudicado al contrabandista arousano "desde el punto de vista penitenciario".

En este sentido, arguye que Marcial Dorado no volvió a disfrutar desde entonces de ningún permiso penitenciario "a pesar de que su comportamiento en la cárcel es intachable. No ha tenido ni una sola amonestación... Los que pueden conceder el permiso juegan a la defensiva y se curan en salud para evitar suspicacias o salpicar a Núñez Feijóo".