La policía detuvo el domingo a una mujer en el estado norteamericano de Utah por el presunto asesinato de sus siete hijos recién nacidos. La acusada ocultó durante 10 años los cadáveres de los bebés en el que había sido su domicilio. Los agentes encontraron los cuerpos metidos en cajas de cartón.

Las primeras investigaciones apuntan que Megan Huntsman, de 39 años, dio a luz a seis de los bebés en un periodo de diez años, entre 1996 y 2006. Al poco de nacer los pequeños, Huntsman les quitó la vida y guardó sus cuerpos en la que fue su casa hasta 2011.

Una llamada de emergencia, realizada por el exmarido de la detenida, Darren West, alertó a las autoridades del hallazgo, en la localidad de Pleasant Grove. El hombre, junto a otros miembros de su familia, denunció que había encontrado un recién nacido muerto cuando estaba limpiando cerca del garaje de la vivienda y se encontró una caja que parecía sospechosa. "Al abrir la caja, encontraron el cuerpo de uno de los niños", dijo el capitán de la policía local de la zona, Michael Roberts, a una cadena americana. "Aparentemente, era el cuerpo de un recién nacido", añadió.

Las Fuerzas de Seguridad llegaron a la vivienda con una orden de registro. Según informaron fuentes policiales, además del cadáver que ya habían localizado los actuales residentes, y que encontraron durante el registro en la primera planta de la casa, los agentes hallaron otros seis cuerpos de bebés empaquetados en cajas separadas.

"No me lo podía creer. Mis compañeros estaban perplejos. Tras cada caja que abríamos, más estupefactos nos quedábamos", comentó el capitán Roberts.

Tras el descubrimiento macabro, las autoridades se desplazaron hasta el actual domicilio de la principal sospechosa, la antigua inquilina de la vivienda. Huntsman, que carece de antecedentes penales, fue detenida inmediatamente y trasladada a la cárcel, acusada de seis cargos de asesinato, sin que la policía haya indicado por qué motivo no se le imputa un séptimo homicidio. "El caso todavía está abierto y estamos trabajando con la información que hemos recibido", afirmó el capitán de la policía a la prensa.

Aunque Huntsman vivió en el lugar de los hechos con el que era su marido cuando nacieron los niños, las autoridades no detuvieron al hombre. Las pruebas de ADN deberán determinar si ambos son los padres de los pequeños, como opinan los investigadores, aunque las autoridades creen que no sabía nada de los bebés. "¿Por qué no lo sabía? Es la pregunta del millón de dólares. Es increíble", se preguntaba Roberts.