Los funcionarios del centro penitenciario de A Lama, en Pontevedra, abortaron el intento de fuga de un interno cuando ya había alcanzado el corredor perimetral de la prisión, separado del exterior por una última valla. Había conseguido saltar el muro del patio del módulo de aislamiento en el que estaba ingresado, al parecer con la ayuda de otros dos reclusos, y dos verjas de seguridad. La acción se desarrolló en pocos minutos, indican fuentes del penal, que explican que se detectó el salto de la primera valla desde la torre de control, al tiempo que el funcionario del módulo se percataba de que algo pasaba en el patio y dieron la voz de alarma. Cuando entró la Guardia Civil al recinto carcelario, el recluso estaba ya inmovilizado.

El mismo recluso protagonizó, el pasado enero, otro intento de evasión de la cárcel coruñesa de Teixeiro.