El cadáver de una mujer china de unos 35 años fue encontrado ayer por su hijo, con varias puñaladas y golpes en la cabeza, en su domicilio familiar del distrito de Carabanchel de Madrid. La policía no descarta por el momento ninguna hipótesis, aunque de entrada no parece un caso de violencia machista porque, a falta de confirmarlo totalmente, el marido de la mujer se encontraba trabajando en uno de sus comercios, junto a otra de sus hijas, cuando ocurrió el suceso.

Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía y de Emergencias de Madrid, el cuerpo de la mujer fue hallado sobre las 13.00 horas en un piso del número 16 de la calle Zújar, cuando el hijo de la fallecida, de 9 años, llegó al domicilio familiar, en el que entró con sus llaves. El niño encontró el cadáver en el salón, en medio de un gran charco de sangre. También había sangre en el rellano y signos de que el cuerpo podría haber sido arrastrado por la vivienda, hasta ser depositado en el salón, según precisaron fuentes de la investigación.

El niño avisó a unos vecinos, que llamaron al 112, que al llegar hallaron a la mujer con heridas incisas de arma blanca en las manos, los antebrazos y el abdomen. Había fallecido y no había posibilidad de reanimación, según informado el 112. Los facultativos no manipularon el cuerpo, que quedó a disposición de la policía.

Los investigadores comprobaron que el cuerpo tenía además golpes en la cabeza, y de hecho la cara estaba desfigurada, y poco después encontraron en el rellano de la escalera un martillo con el que el agresor podría haber infligido estas heridas.

Se está a la espera de corroborar si, como han explicado algunos vecinos, la mujer llegó al piso ayer acompañada por un hombre que no era su marido. Algunas personas informaron de que sobre las 10.30 o las 11.00 horas habían escuchado a alguien discutir en el edificio y golpes, pero que no acudieron para ver lo que ocurría.