La de ayer fue una jornada de intenso trabajo submarino en el entorno del cabo de Peñas para reflotar el Santa Ana, el pesquero luso que naufragó junto a la costa asturiana el pasado 10 de marzo de madrugada con nueve tripulantes a bordo, cuatro de ellos gallegos. Solo uno consiguió sobrevivir al hundimiento, el coruñés Manuel Simal Sande. El buen estado de la mar acompañó el desarrollo de los trabajos durante la mañana, pero el viento del Nordeste y la marejada protagonizaron las últimas horas de la tarde.

Al cierre de esta edición los especialistas estaban empezando a inyectar aire en las bolsas con las que se intenta dar flotabilidad al buque, que será remolcado al puerto de Gijón semisumergido. La travesía hasta el muelle está estimada en unas doce horas dada la delicadeza que requiere la maniobra (el mismo trayecto en condiciones normales se realiza en unos cuarenta minutos).

Hasta cuatro embarcaciones se encontraban ayer en la zona del hundimiento: el buque Latero, especializado en los trabajos de reflote, un remolcador y una lancha de Salvamento Marítimo y una patrullera de la Guardia Civil (en la operación colaboran los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas, GEAS). Bajo el mar, los buzos que participan en el operativo fueron introduciendo una especie de flotadores en el Santa Ana (permanece en el fondo marino, a unos 25 metros de profundidad) para darle flotabilidad hasta dejarlo entre aguas, en una posición favorable para su remolque a puerto.

En este tipo de operaciones que tienen como objetivo poner a flote un barco mediante inyección de aire para desalojar el agua que contiene, los buques comienzan a ascender cuando el empuje del agua se hace igual al peso, por lo que son necesarios un sinfín de cálculos, como el del volumen y la masa de aire a presión atmosférica que se debe suministrar para que las maniobras concluya con éxito.

Los trabajos comenzaron ayer prácticamente con el alba y continuaban ya bien entrada la noche, con las esperanzas de conseguir remolcar el arrastrero al puerto gijonés a lo largo de la madrugada. Una vez reflotado el barco, está previsto que buceadores peinen de nuevo la zona del hundimiento. Y es que hasta el momento solo se han localizado parte de los restos del maquinista del Santa Ana, el coruñés Manuel Tajes.