Un sexagenario sospechoso de haber violado a una niña de tres años fue capado y, además, le cortaron tres dedos en una aparente represalia por la supuesta agresión sexual ocurrida en la ciudad brasileña de Severinia (Sao Paulo), según informaron ayer medios locales. El supuesto violador, identificado fue hospitalizado. Los médicos intentaron sin éxito reimplantarle el pene.