La esperanza de encontrar los cuerpos de Enrique García Alonso, de 38 años, y su sobrino, Diego García, de 22, en las cuevas submarinas de punta Bazar, en A Guarda (Pontevedra), se desvanecía ayer a media mañana cuando los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil confirmaron, tras su inmersión en la zona, la peor de las noticias: en la cavidad no hay rastro alguno de los dos pescadores de Tui.

La mejora de las condiciones meteorológicas y del mar, que el viernes impidieron actuar a los submarinistas, les permitió ayer adentrarse bajo el agua hacia las diez de la mañana y revisar durante casi una hora las oquedades antes de descartar definitivamente la presencia de los cuerpos, según informaron fuentes del operativo. Aunque los buzos del GEAS habían previsto realizar por la tarde una nueva inmersión en un punto más al norte de la costa de Oia, finalmente no se realizó y podría llevarse a cabo a lo largo de la jornada de hoy.

El infructuoso rastreo submarino se desarrolló en paralelo al despliegue de medios aéreos, marítimos y terrestres que participaron por tercer día en la búsqueda de los desaparecidos, cuyo radio de acción se amplió hacia el norte para peinar, junto al litoral guardés y de Oia, la costa de Baiona.

En estos trabajos participaron los helicópteros Helimer 206 y Pesca 1, la embarcación Salvamar Mirach, de Salvamento Marítimo de Galicia; la patrullera Tabarca, de la Armada; bomberos de O Porriño, los GES de A Guarda y Val Miñor, el grupo especial de búsqueda en acantilados de la Cruz Roja y una unidad de apoyo logístico de la Axega.

Se descarta ya que los pescadores de Tui puedan hallarse en la zona donde se produjo el accidente el pasado jueves, cuando fueron arrastrados por un golpe de mar, y, atendiendo a la trayectoria de los enseres y ropas de los desparecidos que han sido localizados estos días, se trabaja sobre la hipótesis de que las fuertes corrientes pudieran haber arrastrado los cuerpos hacia posiciones más septentrionales dentro de la ría de Vigo o incluso más alejadas.

En ese caso, "será como buscar una aguja en un pajar", indicaba ayer Marcos Araújo, sargento del parque de Bomberos de Porriño y coordinador de las labores de búsqueda desde el puesto de mando avanzado instalado en punta Bazar. "Con la velocidad del mar que tenemos, en las primeras horas las corrientes podrían haber arrastrado los cuerpos a muchos kilómetros de distancia", agregó.

A pesar de la falta de resultados durante la tercera jornada de rastreo, el operativo de búsqueda se mantendrá todavía hoy en las mismas condiciones y actuará con la misma intensidad de días pasados en un último esfuerzo por localizar a las víctimas, que retenes de Protección Civil y algún helicóptero continuarán buscando a partir de mañana lunes. El lugar donde se produjo el accidente está poblado de cuevas marinas.