Una mujer se roció ayer gasolina en la oficina de la empresa promotora de vivienda pública del Ayuntamiento de Cádiz con la intención de quemarse a lo bonzo para tratar de impedir el desalojo de la vivienda en la que reside, que estaba previsto que se llevara a cabo hoy. El Ayuntamiento de Cádiz asegura que la familia de la mujer está ocupando esa vivienda desde marzo de 2013 "de forma ilegal". La Policía Nacional confirmó que la mujer se había rociado gasolina aunque se le había impedido que se prendiera fuego.

El Ayuntamiento de Cádiz expuso que fue el concejal de Vivienda, Pablo Román, el que había evitado que la mujer se prendiera fuego tras una reunión con ella de más de tres horas en la que participaron técnicos.