Familiares del vecino de Miño (A Coruña), Constantino C.F., acusado de un delito de agresión sexual continuada a su hijo, cuando éste tenía entre 3 y 7 años, han atribuido la denuncia del menor a "coacciones" de la madre y han insistido en que el niño "no quería marchar", con ella en cumplimiento del régimen de visitas pactado por el divorcio.

Con su relato y el visionado del vídeo donde el menor relata a las psicólogas los presuntas agresiones que sufrió, ha concluido el juicio después de que las partes elevasen a definitivas sus peticiones.

Así, la Fiscalía ha pedido penas que suman 27 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual, otro de violación en grado de tentativa y otro de utilización de un menor para material pornográfico, tras la localización de fotografías del menor desnudo.

La acusación particular elevó esta petición a 29 años de prisión, además de pedir, al igual que el Ministerio Público, que no pueda acercarse al menor y comunicarse con él en 11 años.

Asimismo, ha reclamado una indemnización de 150.000 euros, frente a los 500.000 que solicitaba inicialmente. La defensa, por su parte, niega los hechos, que considera no acreditados.

TESTIMONIO DE FAMILIARES

Al igual que hizo el acusado, una prima suya, que ha declarado como testigo, ha atribuido la denuncia del menor al "odio" de la madre hacia el procesado.

"Lo veo capaz de mentir por coacción", ha dicho esta testigo. También ha apostillado que el menor, de 10 años, "siempre lloraba porque no quería marchar", ha manifestado sobre los fines de semana que pasaba en casa de los abuelos paternos junto a su padre.

Mientras, sus dos primos, también menores de edad, han declarado que el menor "siempre quería estar con él", en referencia al procesado.

En su declaración, el acusado ha negado que antes o después de la separación de su mujer hubiese realizado a su hijo fotografías desnudo, excepto "cuando era pequeño" o que le hubiese realizado tocamientos o un intento de felación, como sostuvo el menor.