Los ciudadanos de Estepa, una población de unos 13.000 habitantes de la Sierra Sur de Sevilla famosa por el aceite y los mantecados, se han rebelado contra la oleada de robos en viviendas y comercios que padecen desde hace más de dos años y han prendido la mecha este fin de semana.

La ira se desató el sábado en una concentración vecinal, convocada a través de las redes sociales, para denunciar la oleada de robos en la localidad, y un grupo reducido de los varios cientos de participantes se desplazó hasta las viviendas que habitan varias familias de etnia gitana, a las que responsabilizan de los robos. Algunos de los afectados por estos hurtos, que en los últimos meses se han acrecentado, asaltaron seis viviendas de esas familias gitanas para llevarse las cosas que su vez les habían robado de sus casas y comercios, e incendiaron dos de esas viviendas, si bien no se produjeron daños personales.

Los vecinos han querido dejar claro que no es un problema de racismo contra los gitanos sino que son unas familias "dañinas" para el pueblo porque además de robar cometen fechorías como desenchufar los congeladores de los comercios para que se estropee la mercancía, entre otras cosas más escabrosas. Los vecinos se concentraron ante el ayuntamiento con motivo de la rueda de prensa convocada ayer por el alcalde, Miguel Fernández Baena.

El regidor dijo a los vecinos que "no se puede caer en la tentación del ojo por ojo, que hay que esperar a que la justicia dirima quiénes son los responsables de los robos" en la localidad tras los asaltos.

Baena también defendió "el interés del Ayuntamiento, de la Policía Local y de la Guardia Civil para controlar los robos y detener a los culpables", y negó que haya dejadez en el consistorio en materia de seguridad.

Los concentrados estaban muy alterados por la "indefensión" en la que dicen encontrarse por parte de las fuerzas de seguridad y por el miedo y el temor que infunden esas familias gitanas a los vecinos de Estepa.

Por su parte, la directora de La Casa Gitana de Madrid, Pilar Heredia, hizo ayer un llamamiento a la calma tras estos acontecimientos y exigió que la justicia sea "imparcial" e "igualitaria".

Heredia pidió que se deje actuar libremente a la justicia y a las fuerzas y cuerpos de seguridad para esclarecer la oleada de robos en el municipio, que se atribuyen a una familia gitana conocida como "Los chorizos" y que han provocado los asaltos a las viviendas.