Poco más de 70 euros que se guardaban en la caja fuerte municipal y el ordenador portátil que se encontraba en el despacho del alcalde. Eso fue todo cuanto se llevaron en la madrugada del martes los delincuentes que consiguieron entrar en el Concello de Bueu.

Los asaltantes se recorrieron casi todas las dependencias municipales y en todas ellas su rastro era patente a través de cajones y armarios forzados, así como por los expedientes esparcidos por el suelo.

El suceso causó gran sorpresa entre la plantilla municipal y el equipo de gobierno de la localidad, que no ocultaba su "sorpresa" y "estupefacción" ante el suceso. A consecuencia del robo, el Concello estuvo cerrado hasta las once de la mañana, cuando la Guardia Civil y Policía Judicial terminaron su inspección.

Todo apunta que los ladrones entraron por una ventana lateral de la primera planta, la del despacho de la educadora familiar. Para llegar a esa altura lo más probable es que se subiesen a la cubierta del Museo Massó o que lograsen subirse al tejado de un anexo lateral que hay en la planta baja.