Interpol ha capturado y traslada a España a Jorge Luis Sosa Mejuto, Makelele, el temerario conductor que huyó de Vigo en las navidades de 2010 para evitar cumplir la condena de tres años y nueve meses de prisión impuesta por la muerte de un matrimonio en un accidente de tráfico ocurrido en la calle Jenaro de la Fuente, en 2008, a consecuencia de un pique con otro conductor que también fue condenado.

Makelele viaja a Madrid escoltado en un avión y en las próximas horas será puesto a disposición del juzgado de guardia de la Audiencia Nacional, según comunicó Interpol a las autoridades españolas. Su entrega a España y su previsible ingreso en la cárcel pone fin a tres largos años de fuga en los que ha intentado forjarse una carrera como boxeador en Pensilvania.

El Gobierno, a propuesta del Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo que condenó a Sosa Mejuto por un doble homicidio por imprudencia, había solicitado a Estados Unidos su extradición. La principal dificultad radicaba en que Makelele tiene doble nacionalidad, española y americana, pues nació en Nueva Jersey. Mientras tanto, el prófugo se paseaba por los rings americanos en numerosos combates y salió en varias ocasiones del país para participar en eventos deportivos en Santo Domingo, Panamá o Costa Rica. A la espera de su comparecencia judicial en la Audiencia Nacional, no han transcendido detalles sobre su detención y entrega a España.

El temerario conductor, de 28 años en la actualidad, encadenaba en Vigo -además de la pena por el doble homicidio imprudente- varias condenas por delitos contra la seguridad vial y tenía pendiente un juicio por lesiones de tráfico en Ferrol, así que aprovechó la tramitación de su petición de indulto -aunque se sabía que la medida de gracia era inviable- para marcharse a EEUU vía Santo Domingo y probar suerte en el boxeo profesional.

Meses después, al denegársele la medida de gracia y tener que entrar en la cárcel, se descubrió que ya no estaba en España. En enero de 2011, a través del aeropuerto de Lavacolla, viajó a Santo Domingo. Tras entrenar allí con un conocido de la familia y ganar varios combates se trasladó a Pensilvania. Llevaba dos años en Estados Unidos cuando al ser identificado en un control rutinario en Reading, localidad en la que reside y entrena, su nombre saltó como prófugo en España. Interpol comunicó su localización al Juzgado de lo Penal de Vigo que instó al Gobierno español la petición de extradición que se formalizó en enero de este año.

Sosa no quebrantó ninguna condena, pues cuando se marchó de España no se le había notificado su ingreso en prisión y todavía estaba a la espera de que el Gobierno contestase a su petición de indulto. De hecho no se escondía de nadie en EEUU y colgaba sus vídeos pugilísticos como peso wélter en internet. Un gimnasio de Reading tiene en su página web fotos suyas en distintos combates y su entrenador habló de él a la prensa.

En los rings se le conoce como El terrible Sosa. En Vigo, donde vivía con su mujer y un hijo de corta edad, tenía el apodo de Makelele. La brutalidad del choque mortal de Jenaro de la Fuente llevó su nombre a los titulares y su leyenda delictiva fue creciendo a medida que se conocían más encontronazos suyos con la Justicia por su conducta temeraria al volante.

El juzgado vigués dictó una orden internacional de búsqueda y captura para dar con él, pero no fue el único. Otro magistrado de Ferrol le busca también para juzgarlo por un accidente de tráfico con lesiones. Este juzgado dio la alerta de fuga cuando Makelele no compareció a la vista convocada para el 27 de junio de 2011, que sigue pendiente de celebración.

El terrible Sosa del ring es un especialista en fugas en carretera. Tras el doble accidente mortal de Jenaro de la Fuente, la magistrada de Instrucción 3 de Vigo ordenó el ingreso en prisión provisional de Makelele y del otro conductor con el que competía a velocidad excesiva cuando se produjo el siniestro en el que perdió la vida el matrimonio vigués. A los 15 días, Jorge Luis Sosa -que tenía 22 años- conseguía la libertad bajo fianza de 12.000 euros y apenas dos semanas después volvió a prisión al ser sorprendido saltándose un semáforo y ebrio cuando conducía un ciclomotor, a pesar de que se le había retirado el carné de conducir. En el control de alcoholemia dio un resultado de 0,90.

La magistrada señaló al devolverlo a prisión que era un "peligro para los ciudadanos" y que no tiene "respeto ni por las resoluciones judiciales ni por las mínimas normas de convivencia". También constata que "tampoco le afecta el haber participado en el trágico suceso" del fallecimiento de un matrimonio vigués, como resultado del accidente en Jenaro de la Fuente.

Poco después era condenado, por otro juzgado de Vigo, a 8 meses de prisión por un delito de tráfico anterior: conducía a 138 kilómetros por hora un quad y la Policía Nacional le persiguió, pero logró zafarse. Entonces intentó evitar la denuncia de los agentes presentado él una por el robo del vehículo, pero los policía que le habían perseguido lo conocían bien. También se marchó del lugar del accidente en Jenaro de la Fuente, cruzando a un bar próximo.

La sentencia recoge que, tras el siniestro que causó al circular en paralelo con el vehículo del otro condenado a gran velocidad y propiciar un adelantamiento que llevó al otro coche a colisionar frontalmente con el del matrimonio, que circulaba correctamente por su carril, Makelele ocultó su A-3 y negó su participación haciéndose pasar por un testigo.