La travesía del Pandora Lys, según los datos que manejan las fuerzas antidroga españolas, se prolongó durante dos meses, los últimos veinte días con muy mal tiempo. La investigación apunta que el velero inició su viaje transoceánico en Portugal y que apenas hizo paradas hasta que recogió el alijo de cocaína en las costas de Venezuela. Los tripulantes iban muy bien pertrechados y tenían alimentos y agua suficientes para varias semanas más. El único fallo de avituallamiento fue el tabaco, el arousano Avelino Martínez llevaba quince días sin poder fumar al ser detenido.

Aunque de momento no hay ningún detenido en tierra, la investigación de las fuerzas antidroga va cercando a una organización de narcos gallega que, aliada con colombianos, se dedica a introducir en España grandes cantidades de cocaína en pesqueros, mercantes, planeadoras y yates de recreo.

La aprehensión del Pandora Lys y sus 800 kilos de coca ha permitido acumular nuevos indicios. Los investigadores siguen la pista a los propietarios reales del velero, a quienes habilitaron los zulos donde viajaba oculta la cocaína y a quienes fletaron el barco.

La anécdota de la operación la puso una pequeña perra chihuahua que viajaba como mascota en el velero. Pese a su pedigree acabó en la protectora de animales tras ser desembarcada en Vigo.