La Audiencia Provincial de Lugo juzga hoy a E.G.M, un hombre de 40 años y nacionalidad brasileña, para quien el fiscal solicita una pena de 23 años y diez meses de prisión por dos delitos de agresión sexual a su propia pareja y otro de violencia habitual en el ámbito familiar y lesiones.

El procesado, según el escrito de acusación del fiscal, insultaba con frecuencia a su pareja, amenazaba con matarla y llegó "a agredirla en varias ocasiones, con el fin de imponer su voluntad sobre ella, con menoscabo grave de la armonía y paz familiares", además de "controlar todos sus movimientos" y de impedir que se relacionase "con sus compañeros de trabajo y con otras personas".

A mediados de diciembre de 2012, según el relato del Ministerio público, el acusado perpetró dos agresiones sexuales en la misma noche contra su pareja, además de amenazarla de muerte, hasta el punto de que llegó a decirle que se despidiese de su hijo, menor de edad.

De hecho, en un momento dado, explica el fiscal, el acusado abrió el cajón de los cuchillos y "mientras miraba al hijo menor común de la pareja, de ocho meses de edad", se dirigió hacia él y, "con la intención de intimidar", le dijo: "Papá te va a enseñar lo que es un hombre".

Después de consumar la segunda de las agresiones sexuales, el acusado le "permitió" a la mujer "que se fuera al baño", momento que ella "aprovechó para tomar a su hijo en brazos" y, una vez en su interior, "cerró la puerta por dentro y llamo teléfono a la policía, que se personó momentos después".

La Fiscalía pide para el acusado tres años de prisión por un delito de violencia habitual en el ámbito familiar, diez meses de prisión por lesiones y una pena de diez años de reclusión por cada uno de los dos delitos de agresión sexual. También solicita que indemnice a la víctima con 6.180 euros, por las lesiones y el daño moral que le causó, y que se le prohiba acercarse a ella por un período de 23 años.

El acusado se encuentra en situación de prisión preventiva desde el 17 de diciembre de 2012.