El atleta sudafricano Oscar Pistorius fue declarado ayer culpable de homicidio por matar a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, el 14 de febrero de 2013 en Pretoria. La jueza del caso considera probado que el corredor disparó intencionadamente a través de la puerta del cuarto de baño de la vivienda que ambos compartían, aunque sin intención de matar. Con este veredicto, el Tribunal acepta en parte la versión de los hechos del acusado, que asegura que disparó presa del pánico al pensar que se trataba de un ladrón, aunque rechaza que apretara el gatillo de forma accidental. Como avanzó la juez anteayer jueves, el acusado pudo pedir ayuda llamando por teléfono o saliendo a la calle, pero eligió coger su arma, aproximarse a la puerta del cuarto de baño y abrir fuego.

Por tanto, actuó de forma "negligente" y "culposa", condiciones que, según la jurisprudencia sudafricana, caracterizan el delito de homicidio. La jueza, Thokozile Masipa, insistió ayer en que no cabe condenar al acusado por asesinato, ya que no ha quedado probado que su intención fuera la de matar. Además, la conducta que tuvo tras comprobar que era su novia quien estaba tras la puerta, solicitando urgentemente ayuda y llamando a la policía entre lágrimas, es "contradictoria" con la de alguien que pretende cometer un asesinato.

El atleta se enfrenta ahora a una pena máxima de quince años de prisión por homicidio, pero la sentencia no se conocerá hasta octubre. Además, la jueza declaró a Pistorius culpable de un cargo de uso negligente de armas de fuego por disparar contra el suelo por accidente la pistola de un amigo en un restaurante de Johannesburgo, hechos que ocurrieron en enero de 2013.

Asimismo, Masipa absolvió al velocista de otro cargo de uso temerario de armas en lugares públicos por disparar supuestamente al aire desde un descapotable en marcha en septiembre de 2012, así como de posesión ilegal de munición. La magistrada cree que el fiscal no pudo contradecir con pruebas la versión del acusado de que la munición hallada en su casa era de su padre.

El atleta quedó ayer en libertad bajo fianza hasta el próximo 13 de octubre, día en el que conocerá la sentencia. En una resolución adoptada tras la lectura del veredicto, la jueza consideró que no existe riesgo de fuga, por lo que rechazó la petición del fiscal para encarcelar al corredor. Entre otros argumentos, la acusación pública advirtió de que el acusado ha vendido todas sus propiedades en Sudáfrica, por lo que nada le liga ya al país. La defensa replicó que Pistorius ha vendido sus activos para hacer frente a los costes del proceso. El riesgo de suicidio fue otro de los argumentos del fiscal, que también citó una trifulca verbal en un bar en la que se vio envuelto en julio. La jueza, Thokozile Masipa, no aceptó estas alegaciones y decidió prorrogar la libertad provisional que Pistorius obtuvo el 22 de febrero del año pasado tras pagar más de 85.000 euros.