Siete años y medio de prisión y multa de 16 millones de euros, que como suele suceder no pagará porque ya se ha declarado insolvente. Esta es la condena impuesta por la Sección Segunda de la Audiencia Nacional al escurridizo narco Francisco Barreiro García, Paco el sordo, de 54 años y natural de Verín, por un alijo de 625 kilos de cocaína que llegó desde Sudamérica al puerto luso de Leixoes oculto entre 22 toneladas de ajos.

El narco, natural de Verín pero asentado en Arousa, estaba fugado de la Justicia desde 2008 y era uno de los últimos prófugos del narcotráfico gallego cuando en junio de 2013 fue capturado en su domicilio de Vilanova de Arousa por un presunto delito de malos tratos. Unos vecinos alertaron a la Policía durante una fuerte discusión en la vivienda con su pareja. Sobre él pesaban dos requisitorias dictadas por la Audiencia Nacional. Considerado por las fuerzas antidroga uno de los principales introductores de grandes alijos de cocaína desde Sudamérica en contenedores por puertos gallegos, logró eludir el cerco policial cuando se intervino el alijo de Leixoes.

Su importancia al frente de la red lo demuestra el hecho de que aquella operación se bautizó con su propio nombre, Cabana-Sordo. Francisco Barreiro escapó a Argentina, pero regresó a Galicia y pese al celo que puso en pasar desapercibido, una discusión de pareja le delató.

Al frente de una organización viguesa intentó introducir 625 kilos de cocaína a través de Portugal, pero las autoridades lusas y españolas esperaban el cargamento y seguían los pasos a la red desde un año antes. La Audiencia Nacional juzgó a Paco el sordo en solitario el pasado mes de junio. El resto de la banda ya había sido condenada en 2012. Las penas más altas, 10 años de prisión, fueron para el empresario cárnico ourensano Francisco Javier Pérez Barja, a cuyo nombre venía el cargamento de ajos tras un intento frustrado de ocultarlo en una carga legal de carne desde Argentina, y para el tudense Cándido Alonso Rodríguez. Este último y su hermano José, condenado a 9 años y un día de prisión, regentaban varios negocios de alterne en la zona de Tui. El cuarto procesado, Luis I.S., fue condenado a 3 años y un día por ir a Buenos Aires con dinero de la organización, si bien no se pudo probar que formara parte de ella.

Paco el sordo negó en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional tener relación con el resto, pero las escuchas telefónicas, las declaraciones de los otros imputados, y sus viajes a Argentina para preparar el transporte lo delataron como la persona que tenía los contactos en Sudamérica para hacerlo.