El juicio por abusos sexuales contra un profesor que ejercía como docente en el colegio Curros Enríquez de Celanova (Ourense) quedó ayer visto para sentencia. La fiscal mantuvo la petición de 30 años de prisión para el docente, cinco años por cada una de las seis supuestas víctimas menores de edad; la acusación particular que representa a una de las niñas, cuatro años de cárcel; y la defensa la libre absolución.

Los peritos psicólogos no han podido asegurar la veracidad de los relatos de abusos sufridos por las niñas , si bien destacan que no hay "huellas psíquicas" por los hechos. Este informe se ha convertido en una de las piezas clave. El abogado del acusado insiste en que la acusación de las menores es falsa, y el letrado de la acusación particular, Adolfo Diz, señaló que los peritos "tampoco dicen que las niñas hayan mentido".