La principal hipótesis que baraja la Guardia Civil en relación con el cadáver hallado ayer entre las rocas en la costa de Santa María de Oia (Pontevedra) es que las corrientes arrastrasen el cuerpo hasta ese punto desde Portugal. Por ello, los agentes ya se han puesto en contacto con la GNR lusa para averiguar si al otro lado de la frontera hay constancia de alguna persona desaparecida desde hace días tras sufrir un siniestro en el mar.

La alerta se recibía pocos minutos después de las once de la mañana. Un hombre que iba a pescar en esa zona avisó al 112 tras hallar el cadáver de un varón, en avanzado estado de descomposición, en un acantilado, en una zona situada entre Portocelo y As Mariñas, cerca de A Guarda. Se calcula que llevaría al menos tres días muerto.