Un vigilante privado de la estación de Sants de Barcelona fue agredido por un grupo de jóvenes que se había colado, tres de los cuales fueron detenidos, y quedó con las piernas colgando en la zona de vías entre el andén y el tren, que estaba parado, tras ser empujado por uno de los chicos. El vigilante resultó leve y dos agentes de los Mossos que intervinieron en el incidente recibieron golpes y empujones.

Todo ocurrió a las 19.25 horas del sábado, cuando una decena de jóvenes logró acceder sin pagar al andén al pasar por una puerta de servicio habilitada para los interventores. Un vigilante y dos agentes de paisano de los Mossos les persiguieron hasta el andén, donde ya se encontraba detenido un tren con destino a Terrassa (Barcelona). Algunos chicos subieron al convoy.

Entre los chicos que no lo lograron había un joven que dio un empujón al vigilante, que se tambaleó y cayó al suelo, boca abajo, con las piernas colgando junto a las vías.