Al menos 62 personas murieron ayer calcinadas y 11 resultaron heridas graves tras la colisión de un autobús repleto de pasajeros con un camión cisterna que transportaba gasolina en el sur de Pakistán. El siniestro ocurrió a primera hora de la mañana a las afueras de la ciudad de Karachi, cuando el conductor del camión, que resultó ileso y huyó del lugar del accidente, invadió el carril contrario.

Dado el estado irreconocible en que quedaron los cuerpos de las víctimas, serán necesarias pruebas de ADN para identificarlas. En el autobús iban entre 60 y 70 pasajeros, algunos en el techo -los cuales lograron salvarse al saltar del vehículo-, mientras que la mayoría de las personas que ocupaban sus asientos murieron abrasadas por el fuego al quedar atrapadas. El Gobierno español mostró su solidaridad con el pueblo de Pakistán tras el trágico accidente.