La compra masiva de tabaco en un estanco de Vigo en abril de 2013 destapó una trama nigeriana de clonación de tarjetas. El único detenido por estos hechos negó ayer su relación con las 1.500 cajetillas adquiridas con un pasaporte falsificado de Malawi y abonadas con tarjetas clonadas a ciudadanos de Estados Unidos. El fiscal, que no se creyó las explicaciones del nigeriano Aliu O.R., arrestado con dos tarjetas y un pasaporte falsificado ocultos en un zapato, solicitó para él 3 años de prisión por un delito continuado de uso de documento falso y estafa. No pide responsabilidad civil al ignorarse la identidad de los titulares de las tarjetas a cuyo cargo se efectuaron las compras fraudulentas y no constando tampoco si la entidad emisora JP Morgan Chase devolvió el dinero a los afectados.

Los hechos se remontan al mes de abril de 2013. Dos ciudadanos africanos acudieron a un estanco de Vigo para interesarse por la compra de una gran cantidad de tabaco Chesterfield, aunque no llegaron a comprar nada. Uno de ellos se identificó con un pasaporte a nombre de Matolino Nelesoni y la dueña del establecimiento le hizo una fotocopia y avisó a la Policía, pues pretendían comprar 750 cajetillas, valoradas en algo más de 3.200 euros. El hombre regresó el 22 y el 23 de abril, acompañado por otro compatriota, y compraron 750 cajetillas cada día.

La dueña del estanco aseguró ayer en el juicio que la fotografía del pasaporte se correspondía con la del hombre que negoció la compra del tabaco. Si bien no pudo reconocer al procesado en la sala. Su empleada, que realizó las dos ventas, manifestó que comprobó la foto y era la de uno de los compradores, aunque señaló que el del "gorro" que acudió los tres días al estanco no era quien se sentaba en el banquillo.

El 23 de abril la policía había montado una vigilancia y vieron como un ciudadano africano pedía un taxi desde el estanco e introducía en el maletero una partida de tabaco. Más adelante paró a recoger a otro y cuando éste se bajó en la calle Aragón le siguieron. Además de intervenir 750 cajetillas, el detenido tenía oculto en un zapato el pasaporte falso a nombre de Matolino Nelesoni y dos tarjetas clonadas, si bien no eran las utilizadas para pagar el tabaco, según se puso de relieve ayer en la vista oral.

El acusado aseguró que fue a Bouzas porque le habían ofrecido un empleo, como no sabía cuál era la empresa, un compatriota que estaba dentro de un taxi y al que no conocía le ofreció acompañarlo y él se subió. Añadió que este hombre le dio las tarjetas clonadas y el pasaporte falso, y el se lo guardó en el zapato porque no tenía bolsillos. Su abogada pidió su absolución.