"Una ruina total". Así calificó el cambadés Roberto Leiro Santos las dos operaciones de tráfico de drogas en las que reconoció haber participado a lo largo de su vida y por las que fue condenado. Quien es conocido por las fuerzas de seguridad como uno de los históricos del narcotráfico en la ría de Arousa aseguró ayer, ante los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra que lo juzgan por blanqueo de capitales, que él nunca obtuvo beneficios con el tráfico de drogas, dado que las dos veces que lo intentó, dijo, acabó siendo capturado. "¿No ganó usted ni un solo euro con el tráfico de drogas?", le preguntó directamente el fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte. "No pude hacerlo, no me dejaron", respondió el cambadés.

La afirmación de Leiro Santos no dejó de sorprender al fiscal, quien había iniciado el interrogatorio recordando al acusado que ya había sido condenado en 1999 a 4 años y medio de prisión por el macroalijo de hachís del Volga I y en 2011 a otros 13 años y medio de cárcel por la cocaína del SouthSea. "Sí, fui condenado y ya estoy pagando por ello justamente", respondió el cambadés, quien actualmente está en prisión.

Para este cambadés, más fructífero que la droga le fue, según él, su negocio lícito del mejillón y la ostra. Asegura que su patrimonio y su nivel de vida se sustenta en los ingresos que obtiene de dos bateas ubicadas en la ría de Arousa, de las que dijo que le permiten ingresar "entre 80.000 y 100.000 euros año". "Con esto, ¿para qué quiero más?", dijo ayer en el juicio. Eso sí, reconoce que nunca declaró estos beneficios a Hacienda.