La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra celebró ayer la segunda sesión del juicio por blanqueo de capitales contra Roberto Leiro Santos, condenado en dos ocasiones por tráfico de drogas y a quien el fiscal acusa de lavar dinero procedente del narcotráfico. En la sesión prestó declaración el resto de acusados, como su hija, los suegros y otros dos cuñados. Entre las respuestas a las preguntas del fiscal, la hija y los suegros destacaron el carácter "ahorrador" de los acusados, la falta de una contabilidad clara y documentos justificativos e incluso la manipulación de algunas escrituras públicas.

Es el caso de la hija del acusado, Nuria L.S. que como llevaba trabajando desde los 15 años en la tienda de su madre, se "olvidó" de oficializar su contrato cuando cumplió la mayoría de edad, también recibió "como regalo" un coche modelo Audi A3 cuando aún no tenía carné de conducir. En ese sentido, cambió su declaración con respecto a la presentada en los Juzgados de Vilagarcía, donde sostenía que el vehículo lo había comprado el que ahora es su marido. Por su parte, el suegro de Leiro, que dijo "no saber leer ni escribir", fue incapaz de reconocer su firma en una escritura pública de la que dijo no acordarse y justificó, entre otros gastos importantes, el abono de fianzas en el dinero de su pensión, en los ahorros de su trabajo en la emigración en Bélgica, o algunas ventas de vino albariño. Así, señaló que su yerno había sido el que había hecho el pago del local comercial al estar él indispuesto.