Un agente de la Policía Nacional de Pontevedra, M.P.F., de 36 años, falleció a primera hora de la tarde de ayer como consecuencia de un disparo cuando se encontraba en las instalaciones de la Comisaría Provincial. Los hechos ocurrieron a las 14.15 horas, cuando el agente se cambiaba en el vestuario de las dependencias policiales durante el relevo de turno.

El agente fallecido se encontraba solo en el interior de este vestuario cuando se escuchó una detonación. Sus compañeros entraron para ver lo que había sucedido y comprobaron que presentaba una herida de bala que acabó con su vida casi de forma inmediata.

El juzgado de guardia de Pontevedra abrió una investigación sobre el suceso. Los investigadores descartan la participación de terceras personas en la muerte del agente. Inicialmente se estudia como principal hipótesis que fuera el propio policía el que disparó el arma de forma voluntaria, aunque no se descarta un disparo accidental.