Alfonso Basterra se hizo fotografías con el féretro de la menor cuando, en septiembre de 2013, tras el asesinato, tuvo lugar el velatorio de la niña en el tanatorio compostelano de Boisaco. Telecinco desveló una serie de hasta siete instantáneas que el padre de Asunta realizó cambiando el encuadre hasta conseguir que su rostro saliese perfectamente reflejado junto al ataúd blanco y las coronas de flores. El psiquiatra forense José Cabrera definió estas fotos como "un selfie necrológico y narcisista" histórico. "Sólo un sentimiento de odio puede llevar a alguien a hacer fotos al ataúd de su hija buscando su cara reflejada en el cristal", señala. En dos de las imágenes se ven los pies de una mujer.