Cansado de huir y sabiéndose acorralado por las fuerzas de seguridad lusas y españolas, que habían detectado su presencia en la raia entre ambos países en Navidad, Jorge Pérez Alonso, condenado a 14 años de prisión por matar a puñaladas a un vigués hace casi una década, decidió entregarse. Y lo hizo en la prisión pontevedresa de A Lama, de donde escapó aprovechando un permiso penitenciario de una semana en septiembre de 2011. Con su reingreso tendrá que cumplir los 8 años que le quedaban. Y la sala que lo sentenció, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, ya ha realizado la nueva liquidación de condena: no acabará de cumplir la pena hasta septiembre de 2023.

Pérez Alonso, de 37 años, fue condenado en marzo de 2007 tras ser declarado culpable de homicidio por un jurado popular por matar a puñaladas a un joven de 28 años en el exterior del pub Dickens cuando la víctima celebraba el bautizo de su hija. Cuando llevaba varios años encarcelado y estaba clasificado como reo de segundo grado, el 8 de septiembre de 2011 no regresó al centro penitenciario tras disfrutar de permiso penitenciario. La Sección Quinta dictó una orden internacional de búsqueda, captura e ingreso en prisión que estuvo vigente desde entonces hasta que hace una semana volvió a A Lama.

No hay datos sobre su salida al extranjero desde España o Portugal, pero se sospecha que parte de esos años de fuga los pasó en Cali (Colombia), hasta donde habría viajado con una novia de ese país. Pero estas navidades fue detectado otra vez en la zona fronteriza entre Tui y el norte de Portugal. Policías lusos y españoles montaron un operativo conjunto que permitió conocer que residía en la zona lusa de Caminha, donde solía pernoctar, pero que cruzaba a menudo a O Rosal y había recuperado sus contactos con antiguos conocidos en Tomiño.