No hay un perfil propio de las víctimas de lo que en Estados Unidos se ha dado en llamar como "pornovenganza". Un ataque en las redes sociales que tiene como víctimas principalmente a mujeres y es ejecutado casi siempre por parejas despechadas, consistente en subir fotos o vídeos eróticos sin autorización de ellas.

A veces los hombres también víctimas. Un juzgado de Vigo condenó hace cinco años a una mujer a pagar 1.680 euros de multa y una indemnización de 3.000 euros a su exmarido por poner un anuncio con sus datos en una página de contactos gay en la que aseguraba que estaba interesado en tener "sexo duro" con otros varones. También se ha detectado un fuerte incremento de este tipo de delitos contra la intimidad entre menores de edad, casos que suelen pasar directamente al Juzgado de Menores, como ocurrió con varios alumnos de un instituto de Vigo hace unos meses.

Expertos policiales alertan del incremento de estos delitos a través de las nuevas tecnologías: "No podemos hablar de un perfil concreto. En Vigo se han denunciado casos de mujeres, menores y también de ancianos".