Cinco acusados por tráfico de drogas en Narón (A Coruña) han negado que se dedicasen a la venta de este tipo de sustancias y dos de ellos han alegado que la droga que poseían era para consumo propio. Todos ellos han coincidido en explicar que la relación que mantenían era por otro tipo de negocios, como la compra-venta de artículos de motor.

La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este martes la primera sesión de juicio contra los cinco procesados, para quienes la Fiscalía solicita penas que van desde los cinco a los dos años y tres meses de prisión por delitos contra la salud pública en relación a unos hechos acontecidos entre los años 2009 y 2010.

La Fiscalía acusa a cuatro de ellos de vender cocaína, uno fue detenido en el peaje de Fene con algo más de 50 gramos que presuntamente iba a entregar en Narón. Al quinto acusado se le encontraron en su domicilio 500 gramos de resina de cannabis.

En su declaración, uno de los acusados, detenido en el peaje de Fene en 2010, ha asegurado que sólo tenía 20 gramos de droga. Además, ha negado que se dedicase al tráfico de drogas y ha indicado que las sustancias que tenía eran para consumo propio. "Era para mí, yo consumía droga", ha dicho.

Por su parte, el segundo de los acusados en declarar, propietario de un local de tatuajes en Narón, ha negado que se dedicase al tráfico de drogas y ha asegurado que el contacto que tenía con alguno de los hombres con lo que comparte banquillo era por sus relaciones profesionales.

Una relación que también corroboraron otros dos acusados que presuntamente se habrían citado con el propietario de este local por asuntos de droga. Sin embargo, según han declarado, conocían a este procesado por su profesión de tatuador y porque, en una ocasión, uno de ellos le iba a comprar unas llantas para el coche.

PENAS

Por último, ha declarado el procesado al que le incautaron 500 gramos de hachís en su casa y que también ha alegado que la droga que poseía era para consumo propio.

"Era consumidor", ha dicho este hombre que, al igual que el resto de acusados, ha explicado que la relación que mantenía con alguno de los compañeros de banquillo era por otro tipo de negocios, en concreto ha indicado que acudió a realizarse tatuajes al local de uno de los procesados.

Por estos hechos, el fiscal pide para tres de los acusados de vender cocaína cuatro años de prisión y cinco para el cuarto al aplicarle la agravante de reincidencia. Para el acusado de vender cannabis solicita dos años y tres meses de prisión. El juicio continuará el miércoles con las declaraciones de testigos.