Mónica F. F. permanecía ayer entubada y sedada en la UCI del Hospital Povisa. El centro informó de que la mujer se encuentra "estable dentro de la gravedad" y de que la herida en el cuello "no afectó a órganos vitales ni arterias". Los que la vieron recorrer los últimos metros hasta la puerta de urgencias de Povisa con un cuchillo clavado en el cuello se quedaron asombrados por la fortaleza de la mujer.

Elogiaron su "sangre fría" por mantenerse consciente en esa situación. Los compañeros de esta profesional, "muy querida" entre la plantilla, se "volcaron totalmente" con ella. Algunos prolongaron su turno para atenderla y otros acudieron al hospital al enterarse. La respuesta de los especialistas de guardia localizada que debían operarla fue muy rápida.

Desde que recibieron la alerta, el domingo a primera hora de la mañana, el cirujano vascular llegó al hospital en solo ocho minutos y la otorrinolaringóloga, en 10. Además de estas dos especialidades, en la operación intervinieron equipos de Traumatología y Cirugía General. El corte transversal en el cuello no alcanzó las carótidas, evitando un desenlace fatal. Los compañeros destacan que el hecho de que se rompiera el mango "le salvó la vida", ya que se sospecha que así el agresor no pudo concluir la maniobra. La hoja del arma seccionó parte de la faringe. También podrían haber resultado dañadas la tráquea y la lengua. La cirugía consistió en una reconstrucción primaria, que duró cuatro horas y media. Además, Mónica F. F. presentaba heridas defensivas como hematomas y varios cortes en manos y brazos. También tenía lesiones en una mama.