Un ourensano que acogió en su casa a una menor rusa procedente de Chernóbil se enfrenta a cinco años de prisión acusado de abusos sexuales a la niña. El hombre aseguró ayer ante el tribunal que le juzga que la pequeña miente y su abogado expuso que la niña "se puso en su contra porque era un padre estricto, que no la dejaba salir ni conectarse a Tuenti". El fiscal sostiene que este ourensano sometió a la menor a tocamientos en varias ocasiones, tanto en su domicilio como en el de su abuela. El último episodio, según la acusación pública, habría tenido lugar en Vigo en los carnavales de 2013, aprovechando que se encontraba solo con la menor, viendo la televisión.

El fiscal lo acusó ayer de un delito continuado de abuso sexual, en el juicio celebrado a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Ourense. El Ministerio Público solicita cinco años de cárcel y el mismo periodo sin poder ejercer cualquier tipo de guarda de menores. El imputado mantiene su inocencia. Su abogado, Alfonso Pazos, manifestó al término de la vista que, según la defensa, la menor mintió. "Se puso en su contra porque era un padre estricto, que no la dejaba salir por la noche ni conectarse a Tuenti". La adolescente tenía 11 años en su primer curso de acogida.

Los hechos salieron a la luz cuando la niña, que aseguró que no había dicho nada por vergüenza, se lo comunicó a una de sus profesoras. La maestra alertó a la dirección del centro y los servicios sociales y la Justicia se pusieron en marcha.

El hombre negó ser el autor de los "tocamientos lascivos" que le atribuye el fiscal y su defensa pidió su absolución ante las "contradicciones" de la víctima. La defensa resalta que el acusado "es un hombre mayor e impedido, con las vértebras lumbares fosilizadas por lo que precisa ayuda de su esposa hasta para atarse los zapatos".