Tres meses después de que Carlos F.F., vigués de 40 años y celador sanitario de profesión, acuchillase brutalmente en el cuello a su exnovia, causándole graves lesiones, la instrucción judicial del caso avanza a buen ritmo. Ayer el imputado fue trasladado desde la prisión de A Lama hasta los juzgados de Vigo ya que la sala que lleva la causa, la especializada en Violencia sobre la Mujer, tenía previstas varias diligencias. Y éstas fueron por un lado la de tomarle muestras de ADN -una prueba para cuya materialización acudieron a la sala dos agentes de la Policía Científica de la comisaría viguesa- y por otro la de realizar un volcado del contenido de su teléfono móvil.

Mientras tanto la víctima, de 36 años y auxiliar de enfermería en el Hospital Povisa de Vigo donde también trabajaba entonces el presunto agresor, ya recibió el alta hospitalaria después de una milagrosa recuperación: tras el ataque, la mujer llegó al servicio de Urgencias del centro sanitario del que es empleada aún con el cuchillo clavado en el cuello. La templanza con la que reaccionó y la rápida y coordinada actuación de los médicos le salvaron la vida. Gracias a su mejoría, prestó declaración hace varias semanas ante la magistrada instructora.

Todo ocurrió el pasado 12 de abril. Carlos F.F. permanece en prisión provisional desde dos días después de los hechos, después de que la Policía Nacional pudiese enfocar su investigación desde un primer momento hacia él gracias a que la víctima, nada más entrar en Urgencias de Povisa, avisó a un administrativo del hospital y a una médico de quien la había agredido. "Llamad a la Policía, fue Fariñas", dijo entonces. En los tres meses que han transcurrido desde entonces se han realizado varias diligencias de instrucción que han permitido que la investigación judicial ya se encuentre muy avanzada.

En la jornada de ayer se practicaron dos de estas diligencias, por lo que el imputado fue trasladado a los juzgados vigueses desde A Lama. Una de estas pruebas fue la de tomarle muestras de ADN. Y la otra consistió en el volcado del contenido de su teléfono móvil, que se hizo en su presencia y en la de su abogada defensora. Tras la realización de estas diligencias, un furgón de la Guardia Civil trasladó de nuevo al hombre al centro penitenciario.