Un autobús con 53 estudiantes que viajaba desde Bilbao a Ámsterdam sufrió en la madrugada del domingo un aparatoso accidente a las afueras de Lille, en el norte de Francia, dejando un balance provisional de seis personas en estado grave -dos de ellas más críticas con traumatismo craneal y abdominal respectivamente- y numerosos heridos leves. El siniestro se produjo después de que el autocar entrase en un túnel demasiado bajo -el vehículo medía casi un metro más que el paso subterráneo-, lo que provocó que se quedase incrustado en la mitad de la citada estructura y con el techo totalmente cercenado. El chófer, de 59 años y que dio negativo en el control de alcoholemia y drogas, admitió haberse fiado del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta. La Fiscalía de Lille abrió una investigación por "heridas involuntarias".

El autobús -en el que iban 53 estudiantes de entre 18 y 29 años de San Sebastián, Bilbao y Vitoria, dos conductores y cuatro acompañantes, y que operaba la bilbaína agencia Viajes Livingston- se empotró a la entrada de un túnel del Grand Boulevard de la periferia de Lille, en La Madeleine. El vehículo, de una planta, quedó "decapitado" e incrustado en mitad un túnel demasiado bajo, de solo 2,60 metros de altura, en un golpe "extremadamente violento" que provocó una escena de "caos apocalíptica", explicó el psiquiatra que dirige el grupo de atención médico-psicológica, François Ducrocq. "Podría haber sido muchísimo más grave. Les salvó que estaban dormidos, reclinados, y que su cabeza no sobresalía de los asientos", añadió el doctor.

El servicio diplomático español envió una delegación consular de urgencia desde París "con la intención de atender a víctimas, familiares y autoridades". Por su parte, el presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, indicó que la zona del siniestro cumplía la normativa pero carecía de medidas de seguridad suficientes. El representante local señaló que todos los avisos exigidos por el código vial estaban presentes, pero que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio, una especie de pórtico con láminas metálicas colocado 150 metros antes del túnel, que impacta contra el vehículo que supera la altura máxima y le alerta para frenarlo. Recientemente hubo un accidente por los mismos motivos protagonizado en este caso por una furgoneta.

El siniestro provocó la hospitalización de 35 pasajeros. De ellos, 18 seguían ingresados a las ocho de la tarde de ayer y 17 ya habían recibido el alta médica. Estos últimos fueron trasladados a la ciudad de Madalaine con el resto de pasajeros ilesos, que se encontraban en un polideportivo a la espera de su traslado a Euskadi, que se prevé para hoy por la mañana. Entre los heridos leves hay personas con fracturas de nariz, de clavícula, luxaciones de espalda, hematomas y otro tipo de lesiones.

El viaje que se truncó con el accidente de tráfico ocurrido en el túnel francés, de una semana de estancia en Ámsterdam, fue organizado por una agencia de viajes de Bilbao y estaba abierto a cualquier persona que se apuntara, aunque la gran mayoría son estudiantes universitarios.