María Inmaculada Cendón Rodríguez, la mujer de 56 años presuntamente asesinada con un cuchillo jamonero en su piso de la calle Zamora de Vigo por el menor de sus dos hijos, Ramón Martínez Cendón, de 27 años, presentaba entre ocho y diez puñaladas, localizadas principalmente en la zona del abdomen, aunque también tenía una herida de arma blanca en el cuello. No había señales de lucha ni lesiones que indicasen que la víctima pudo defenderse, y la vivienda estaba en perfecto orden, lo que hace sospechar a la Policía Nacional que el ataque, en el salón, pudo ser repentino. El joven, que confesó el crimen aparentemente tranquilo primero a una vecina del edificio y a continuación al primer policía que se personó, al que le manifestó que acababa de matar "al demonio", fue trasladado tras su arresto al Hospital Álvaro Cunqueiro de la ciudad olívica. Allí ingresó en la Unidad de Psiquiatría, donde permanecerá un mínimo de una o dos semanas antes de que pueda pasar a disposición judicial ya que, según fuentes conocedoras del caso, presenta un aparente brote psicótico y delirios.