Los cinco testigos que intervinieron ayer en la undécima sesión del juicio por el caso Madrid Arena, quisieron demostrar con sus declaraciones que la actuación de los miembros de Kontrol 34 -a los que se han referido como "miembros de seguridad" con chaleco amarillo- fue escasa y poco colaborativa.

Los diferentes testigos que tuvieron que declarar ayer en el juzgado madrileño han acusado a este personal de cerrar puertas, insultarles y de no permitirles salir por los vomitorios cercanos al túnel de la avalancha mortal.