Cuatro sacerdotes de Navarra han sido víctimas de extorsión de una red de rumanos que se dedicaban a la mendicidad, lo que ha llevado al Arzobispado de Pamplona a "retirarlos temporalmente" de las parroquias que tenían asignadas.

El delegado de Relaciones Institucionales del Arzobispado de Pamplona, José Luis Morrás, informó a Efe de que a los cuatro sacerdotes se les ha concedido "lo que podríamos llamar un año sabático" para que puedan reponerse "de una situación inimaginable" que comenzó hace dos años. "Han sido víctimas por prestar ayuda a personas que decían pasar graves problemas económicos", añadió.

La Guardia Civil detuvo en los pasados días a tres adultos y un menor por las extorsiones, que comenzaban cuando los integrantes de esta "gran red profesional", según Morrás, contactaban con los sacerdotes en las parroquias para, con el tiempo, conseguir datos personales, sus direcciones particulares y sus números de teléfono. Luego los chantajeaban con divulgar que eran autores de abusos u otros delitos.

Los tres detenidos -una mujer, su marido y el hermano de ella- están en libertad imputados de los delitos de extorsión y pertenencia a grupo criminal, tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Aoiz (Navarra). Una cuarta persona se encuentra a disposición de la Fiscalía de Menores.

Fuentes judiciales indican que previsiblemente la próxima semana se retomen las declaraciones en el juzgado, ya que el caso está abierto y no se descartan más detenciones. Morrás señaló que los arrestos causaron "alivio en el Arzobispado", que conoció los hechos hace cinco meses, aunque las extorsiones comenzaron en 2014.

"Hemos vivido cosas nuevas para las que no estamos preparados", confesó el sacerdote, quien explicó que los detenidos se acercaban a las víctimas pidiendo dinero de la Iglesia para comer o pagar recibos de la luz. "Una vez detenidos se ha visto que estas personas no tenían ninguna necesidad", comentó.

Morrás indicó que se intenta aclarar si un quinto sacerdote fue también víctima de estas extorsiones, que se podrían estar cometiendo en otras comunidades, ya que, al parecer, los detenidos forman parte de "una red criminal totalmente profesionalizada", que en algún caso recurrió a la violencia y afrentó a los religiosos ante feligreses y monaguillos.

Morrás puntualizó que, a pesar de que las extorsiones se registraban desde hacía tiempo, "no se conocieron hasta hace unos meses porque los sacerdotes, cada uno individualmente, intentaba arreglar la situación él solo".