Para muchos se trata de la primera racha de incendios del verano en España, aunque el calendario marque todavía los últimos días de la primavera. El escenario, la comunidad valenciana y hasta última hora de la tarde de ayer la superficie quemada en los cuatro incendios forestales declarados en la zona ascendía ya a 2.809 hectáreas.

Unas 400 personas de tres urbanizaciones de Carcaixent (Valencia) tuvieron que ser desalojadas ayer de manera preventiva por el incendio que afecta al municipio, ya que, aunque por la tarde no se esperaba que las llamas llegaran hasta la zona habitada, los vecinos solo tienen una vía de acceso y si cambiara el viento su evacuación se volvería muy complicada. Así lo explicó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues. Las tres urbanizaciones -San Blas, Tiro Pichón y Los Amigos- son de pequeño tamaño pero las autoridades valoraron que había "mucho humo" en la zona.

Los bomberos reconocieron que el incendio no está aún controlado ni estabilizado, aunque la evolución es favorable, y presenta dos puntos complicados, el de las urbanizaciones de Carcaixent, y al sureste, en el municipio de Barxeta. El viento, no obstante, se convirtió en un aliado porque cambió de dirección, lo que ha hecho que el fuego vuelva hacia atrás, a la zona de la que venía, e impidió que avanzara hacia Barxeta, que era una de las preocupaciones del dispositivo de extinción.

Hasta cinco aviones anfibios, dos helicópteros, alrededor de 150 militares, doce autobombas y dos nodrizas de la UME, así como varias brigadas de la Diputación valenciana, que tenían pensado trabajar durante la noche, eran los medios en la lucha contra este incendio.

La carretera entre Alzira y Simat seguía ayer cortada, y anteanoche unos 150 edificios y unas 500 personas tuvieron que ser desalojadas. Las familias esperaban ayer la orden de regreso, pero las viviendas están dentro de la zona perimetrada del incendio y había que esperar.