La Audiencia de Coburg, en el sur de Alemania, abrió ayer el proceso contra los padres de ocho bebés recién nacidos encontrados muertos el año pasado en el domicilio que compartía la pareja, que, según el escrito de la elaborado por la acusación pública, "no quería verse limitada por más hijos". La Fiscalía acusa a la mujer de haber asesinado a cuatro de los bebés y al padre de haberla ayudado, ya que las autopsias no han permitido determinar con claridad si los otros cuatro niños llegaron a vivir tras el parto.