La Policía Nacional consiguió liberar en Barcelona a una mujer, de origen rumano, que llevaba cinco años siendo explotada sexualmente en varios prostíbulos desde los 18, tras haber sido captada a través de las redes sociales a los 16 años.

La joven mujer fue captada por un compatriota a través del método lover boy, con falsas promesas de amor hechas en redes sociales. Comenzaron a chatear cuando ella era menor de edad y empezó a vivir con él a los 18 años en Badalona. Poco tiempo después fue obligada a prostituirse bajo duras condiciones físicas y psicológicas, según informó ayer la Policía Nacional.

El proxeneta aisló a la mujer de su entorno familiar, le rompió la documentación con la que llegó además de arrebatarle el teléfono móvil. También comenzó a controlar sus relaciones y a agredirla con técnicas que incluían azotes, quemaduras, agua hirviendo y cortes de pelo.

La víctima trabajó en clubes de Barcelona, Asturias y Madrid, y tras un año y medio explotada quedó embarazada del proxeneta, aunque tuvo que seguir trabajando, no pudo ir al médico y sufrió agresiones físicas y sexuales con la intención de provocarle el aborto, llegando a obligarla a dormir unos días a la intemperie en un parque público y a bajas temperaturas.

Poco tiempo después de dar a luz, periodo en el que estuvo en la casa materna, volvió a ser explotada bajo amenazas y agresiones que le infundía el proxeneta.

Tras una de las múltiples vejaciones a las que fue sometida, la mujer regresó a la casa familiar y consiguió una orden judicial de alejamiento respecto a su explotador, y como el acosó persistía, la madre de la joven avisó a la policía rumana, que pidió colaboración a la Policía Nacional para que localizaran al proxeneta.

Al agresor, que fue detenido, se le imputan los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva, lesiones, agresión sexual, detención ilegal, amenazas y contra la integridad moral. A un segundo hombre que compartía piso con la pareja y que no ha sido detenido, se le investiga por un presunto delito de omisión del deber de perseguir delitos o promover su persecución.