Su objetivo eran los colegios y lo único que buscaban era dinero. Y lo encontraron, porque en los golpes que dieron en distintos puntos de la geografía española se hicieron con un botín que superó los 133.000 euros. Pero su periplo delictivo, que desde hacía meses tenía en alerta a las fuerzas de seguridad, ya finalizó. La Guardia Civil detuvo en la localidad coruñesa de Noia a los cuatro presuntos miembros de una banda itinerante a la que se atribuyen 36 asaltos en centros educativos de seis provincias españolas, entre ellas A Coruña y Pontevedra, donde se concentraron casi la mitad de los robos. La identificación del vehículo en el que se movían, un Citroën C4, resultó clave para arrestar a los sospechosos, dos hombres y dos mujeres vecinos de Toledo. La investigación no finalizó ya que ahora se analiza si son los responsables de más sustracciones similares registradas en otros puntos del país.

A Coruña, Alicante, Valencia, Castellón, Albacete y Pontevedra fueron las provincias en las que las dos parejas detenidas presuntamente cometieron los robos, aunque se indaga en si también actuaron en Teruel y Cantabria. De los 36 asaltos que se le atribuyen por el momento, 15 fueron en Galicia. En el caso de Pontevedra, actuaron en Nigrán y en otros municipios.

Mayo fue el mes en el que la Guardia Civil empezó la que se bautizaría como Operación Liceo. Los robos en varios colegios coruñeses pusieron en alerta a los agentes, que pronto detectaron que se trataba de una banda organizada. El modus operandi utilizado era siempre muy similar: escogían un centro educativo como objetivo y actuaban los fines de semana, aprovechando que no había nadie en las instalaciones. Los dos varones eran los encargados de entrar en los colegios, mientras ellas aguardaban en el coche, siendo su función la de vigilar la zona. El plan era siempre el mismo: robar dinero. Para ello los dos hombres fracturaban la puerta de acceso al edificio, desconectaban la alarma de seguridad, se hacían con las cantidades en efectivo que encontraban en las oficinas y después huían en el vehículo donde esperaban sus parejas.

Tras las sustracciones que hubo antes del verano, la presencia de esta banda itinerante volvió a detectarse en Galicia estos meses de octubre y noviembre. Fue en esta última oleada cuando entraron en un colegio de Nigrán. En esta ocasión, la colaboración ciudadana y la de la Policía Local de Noia permitió identificar en ese municipio coruñés al vehículo utilizado en los robos y a sus ocupantes. Uno de los detenidos es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, ya que participó en numerosos robos en viviendas en 2014.

Del botín solo se pudieron recuperar 1.000 euros, que se hallaron en los registros domiciliarios, así como herramientas y ropa que usaban en los asaltos. Los detenidos comparecieron en un juzgado de Noia.