Un terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter sacudió en la mañana de ayer el sur de Chile, concretamente la zona de Quellón, en la Isla Grande de Chiloé. El sismo no provocó muertos o heridos ni tampoco daños materiales de importante consideración. El país suramericano decretó el estado de emergencia por la llegada de un posible tsunami. El fuerte movimiento telúrico se sintió en las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Aysén y, especialmente, a la de Los Lagos, y obligó a evacuar a unas 4.000 personas.

Tras el paso de las horas, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico canceló esta alerta. Con esta cancelación total de la amenaza de tsunami, las personas pudieron volver a sus hogares e incluso acercarse con seguridad a las playas. Cuatro regiones de sur de Chile fueron evacuadas de manera preventiva ante el riesgo de maremoto tras sufrir el seísmo.