Una reyerta entre dos clanes rivales en una cárcel de Manaos, capital del Estado de Amazonas, terminó ayer en masacre, con al menos sesenta muertos. La sublevación dejó un reguero de sangre en el presidio, donde decenas de personas fueron brutalmente asesinadas -con descuartizamientos y decapitaciones- y amontonadas en diversas áreas comunes del complejo, situado en las afueras de Manaos.