Argentina está conmocionada tras conocer el caso Andrea Neri, de 18 años y madre de un niño de dos meses, que fue estrangulada por su pareja, Gabriel Chirete Herrera, de 39, durante un vis a vis en una prisión de la provincia de Salta, en el noroeste del país suramericano.

El caso es que Herrera ya mató hace diez años, en 2006, a su primera esposa, Verónica Castro, cuando ésta lo visitaba en la cárcel de Metán, donde estaba preso como autor de varios delitos de estafa y robo. En aquella ocasión, también la estranguló. El jueves, poco después de las dos de la tarde, Andrea fue a visitar a su pareja al penal acompañado de su pequeño. Ambos fueron a la celda 372 acompañados por un guardia, pero Herrera salió pocos minutos después con el bebé en brazos del cuarto, lo entregó a los guardias y les dijo que había matado a la chica. "Lo hice porque la amaba", aseguró el asesino confeso. Los funcionarios ya habían advertido a la joven de los antecedentes homicidas de Herrera.