"Con el paso de los días íbamos perdiendo la esperanza de que mi hermano pudiera aparecer con vida y finalmente lo encontraron el día de Reyes; es un regalo". Así hablaba ayer María Álvarez, hermana del empresario de 74 años y origen ourensano liberado este pasado 5 de enero en Venezuela, tras un mes en paradero desconocido. El septuagenario había sido secuestrado el 7 de diciembre pasado junto con amigo, en el concesionario de vehículos que este regenta en Caracas. Este último fue liberado una semana después, pero de Miguel no había noticias desde entonces.

"Ahora sigue ingresado en una clínica, parece que no tiene nada grave, pero aún no pude hablar con sus hijas", afirmaba ayer María en su casa del pueblo de Rubiás, en Ramirás (Ourense). Miguel, el menor de tres hermanos, partió desde allí en la década de los 70 rumbo a Brasil, su primer destino, para buscar fortuna. Más tarde acabaría recalando en Venezuela, dedicado al sector del automóvil. Allí se casó y tuvo dos hijas.

El hallazgo del empresario el 5 de enero en el denominado sector de Las Letras se produjo cuando policías del Estado de Miranda hacían labores de investigación por el asesinato, un día antes, de un mando policial. El jefe de la Policía Nacional de ese sector, Leopoldo Robles, detalla que cuando los agentes investigaban la muerte del policía asesinado, vieron a cinco hombres que iban a una zona boscosa cargados de comida. "Les dimos la voz de alto para verificar la sospechosa situación y los delincuentes atacaron a disparos a la comisión, hubo un enfrentamiento y los malhechores huyeron del lugar", explica Robles en su blog.

Afirma que fue al inspeccionar el bosque " cuando un ciudadano hizo señales de auxilio y dijo a los oficiales que permanecía secuestrado por el grupo de delincuentes". Se trataba del empresario ourensano.